El capitalismo concentra y centraliza el desarrollo tecnológico y científico en un área cada vez más reducida, en EEUU, Unión Europea y Japón. A la vez, destruye todo desarrollo por pequeño que sea en el Cuarto y Tercer Mundos, y vigila muy atentamente su situación en el Segundo, países que sin haber caído todavía en la extrema pobreza, no tienen ya posibilidad alguna de incorporarse en el “núcleo de poder”. Continuar leyendo «Emancipación nacional y praxis científico-crítica»