por Roberto Fernández Retamar
A Aída
Antes que a Roque, conocí, sin saber que era de él, su poesía. He escrito a propósito de esto en otras ocasiones, por lo que no pretendo ser aquí original. A lo largo de los más de 50 años de vida de la Casa de las Américas, sólo en dos ocasiones he integrado el jurado de su premio anual de poesía, y en ambas, obras de Roque fueron distinguidas. Una, fue en enero de 1962, cuando los libros se presentaban con seudónimos, de modo que al encontrarme, deslumbrado, con los versos de El turno del ofendido, ignoraba quién sería su autor. Tal libro, a petición mía, obtuvo mención en el concurso, y la Casa lo publicó en bella edición. Continuar leyendo «Con Roque siempre»